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Fin




Llegó el final de WhiteNegrata. He ido perdiendo las ganas progresivamente. No elimino el blog, se queda abierto con este post como último de su historia. El tuira lo borro, eso sí.

Algo más de tres añitos ha durado esta mielda. El Hip Hop seguirá en mi corazón for sure, por eso, aunque no voy a volver a escribir en WN, tampoco puedo asegurar que no monte otra historieta raperra en un tiempo. Pero no creo. 

Me lo he pasado de puta madre, straight up. Paz para toda la gente real que ha rulado por aquí alguna vez.



WhiteNegrata The Blog: creado en diciembre de 2011 y finiquitado en marzo de 2015. 


Tercer ojo (no ano)




Antaño rezaba juntoKa, pero la meditación suplió a la oración desde que Tone me dijo que sólo se trata de respirar. Es importante inspirar, espirar. Y con ello no busco explicación, sólo mi salvación. Asumí el insoportable sufrimiento pasado como entrenamiento vital, y tatué en mi pecho la sentencia I turn my pain into power. A su vez, en mi espalda grabé esta porción de sabiduría, y consagré mi vida a ella.

Memoricé hasta el último retazo de la canción Taichí, pudiendo reproducirla mentalmente a placer, sin necesidad de ningún aparato musical. La convertí en mi himno personal.




Adquirí una disciplina inquebrantable para mejorarme a mí mismo. Bruce Lee shit. No pisé prisión pero me adiestré con la insistencia de Bane, Huracán Carter o Max Cady. Ahora me río de Ozymandias, un humano débil a mi lado. Me carcajeo de los toreros, porque he luchado cuerpo a cuerpo contra toros con mi pana Oyama. Me descojono de la exclusividad del disco de Wu- Tang, debido a que hay un artículo de WhiteNegrata escrito sobre un bloque de oro puro, aguardando insertado en la vagina de una yogui de Sri Lanka que lleva décadas en profundo estado de meditación, sin necesidad de alimento alguno. Shi Yan Ming me contó que los espíritus de los siete samurais de Kurosawa poseyeron los cuerpos de algunos de esos niggis de Shaolin: la asombrosa cantidad de experiencia de Gorobei se introdujo en Raekwon, traducida en knowledge callejero; la carismática locura de Kikuchiyo, en Old Dirty Bastard; la constancia y destreza de Kyuzo, en Ghostface Killah; la falta de seguridad de Katsushiro, en U-God; la representación impecable del clan y sensatez de Shichiroji, en GZA; el ánimo y sentido del humor de Heihachi, en Method Man; y el liderazgo y visión táctica de Kambei, en RZA. Sin embargo, este último no absorbió la bondad y humildad del viejo samurai, ya que los demonios del capital le invadieron y bloquearon dichas cualidades. 

Soy el ghostwriter del twitter de Russell Simmons. Yo tallé el remo de Miyamoto Musashi para su lucha contra Kojiro. Yo truqué el concurso para que Afrika Bambaataa ganara el premio del viaje a África y así pudiera crear después la benigna Zulu Nation. Yo bumpeaba Sixto Rodríguez desde Chocolate, antes de cualquier documental. Maté en duelo a Joe aka Manco aka Rubio. Puedo recitar de carrerilla el Tao Te King (no Tote King). Yo cree el 90% de las meditaciones de El libro naranja, y le regalé el mérito a OshoKrishnamurti se callaba la boca y me escuchaba atentamente cuando yo decía algo. Todos los hits de Rick Rubin nacen de que yo le introduje a la meditación, y esta le aportó lucidez. Lo mismo ocurre con el buen hacer de los youngins Soto Asa y Dheformer, a los que entrené en el Tíbet. La genialidad y carácter genunino de Jay Electronica brotan de los conocimientos que le transmití.