Quimera de Sólo los solo es mierda selecta. El mejor disco del mejor grupo. En Versos Perfectos nadie se ha animado a publicar una reseña de esta obra maestra, así que una vez más voy a ser yo quién lo haga, acoplándome al sistema de evaluación de la web.
Introducción:
Después del excelente debut que supuso Retorno al principio, el binomio catalán volvió al estudio para enfocar su talento en una nueva aventura sonora. Tras unos años de trabajo, Los Solo salieron de la cueva alzando orgullosos un disco genuino, dotado de características nunca antes escuchadas: Quimera.
Letras:
El sentido de las frases de Juan Solo precisa de ser perseguido mediante un elevado número de escuchas. Interpretaciones varias brotan en la mente del oyente curioso, aderezadas con el agrado provocado por la contundente manera de fluir del MC. Juan desprende aire de perro viejo, extrañamente mezclado con una ilusión joven. Sabio y pillo. Alterna profundas sentencias y furia provocada por problemas con cantos al amor y afirmaciones esperanzadoras casi ilusas (dice ser un hombre con ganas de cambiar el mundo).
Se respira a lo largo de todo el disco un deseo de dar el paso hacia la acción necesaria para conseguir los fines: "No estés estático, no hay beneplácito para el apático"; "Cuando más quiero, no espero". Dicho anhelo está concentrado más perceptiblemente en la canción Hazlo. Juan es sabedor de la importancia de la evolución personal, del cambio incesante al que obliga la vida: "Estado mental evolutivo"; "Va a más, pues ya no pienso mirar atrás". Odia la hipocresía, huye de la falsedad. Cría cuervos parece estar dedicado a esos buitres de la industria musical o de la misma vida diaria, halagadores intentando sacar beneficio de su adulación: "Cada vez que me la chupas, me siento peor"; "Vampiros con rodilleras siguen mi estela".
El vacile ocupa un espacio notable en este apartado lírico, y provisto de la atractiva personalidad de Juan Solo da lugar a aspectos originales, poco habituales en el ámbito de la llamada competición. Uno de ellos es presumir de ser un tipo tranquilo: "Cabrones de calle sensuales, tranquilos (...) soy hombre de paz y calma". Además advierte de manera ingeniosa que profesar un gran amor propio no le ha convertido en un simple ególatra: "Tengo saliva en el espejo, pero aún me veo".
Están presentes también narraciones cotidianas de mayor ligereza, como las diferentes situaciones automovilísticas de Bugasistema o el universo playero de Sta Way.
Producción:
Que Griffi es el mejor productor español de la historia es prácticamente un grito unánime. Esa opinión es estimulada en parte por el experimento que supuso la producción de Quimera. Un extraño zarzal rítmico lleno de matices. Es un sonido realmente difícil de etiquetar, está más allá de costas, de estilos clasificados. Sólo se me ocurre definirlo como "sonido Griffi". El Hábil y Suave es un fuera de serie, su destreza le eleva sobre el resto de beatmakers. Él sólo forma una liga a parte.
El disco arranca con un toque flamenco mediante A la puta carrera que es natural herencia del anterior LP. Seguidamente entramos de la mano del tercer track en un campo más vanguardista si cabe, más oscuro. La versatilidad demostrada por el de Terrassa no está reñida con un claro sonido uniforme. La relajante Cómodo en el tiempo, la tensa y trepidante Supra B.Boy 2015, la cálida Sta Way o la vitalista Brujos que cierra el tracklist magistralmente; todas ellas responden a un patrón trabajado a conciencia.
Pequeñas instrumentales como Lo hago cumplen la función de skit, algunas de ellas resultan levemente cansinas. El scratch es utilizado como una herramienta más, y adquiere protagonismo creando momentos álgidos.
Colaboraciones:
Dos: Eddine Säid y Tremendo. Ambas notables. El cantante es pieza fundamental de Cómodo en el tiempo, dejando caer su sedosa voz sobre la instrumental para moldear un estribillo tranquilizador situado al inicio y final del tema. Tremendo va sobrado, en Más allá de... se alía con Juan creando un tándem perfecto. Fluye elegante, soltando un sabio fraseo que ya es mítico. Ocurrencias como fardar de la paz interior poseída no están al alcance de la mediocre masa de MC's nacionales.
Conclusión:
Difícil escucha para algunos, manjar musical para otros. Complejidad a años luz del Rap español común. Un ejercicio de creatividad y falta de complejos soberbio. Un clásico, un pepino inmortal.
