"Lo que hice con Dive, eh, nunca lo olvides". No. Eso está grabado a cincel en imaginario del Rap hispano. Por ello, un nuevo disco de Mucho Muchacho supone un acontecimiento de gran importancia.
Desde el anuncio de la simbiosis entre Cookin' Soul y Mucho aka Skinny Banana Cap hasta la salida del disco han transcurrido tres añitos. Tres años de gordo hype, información cambiante y sensación de poca profesionalidad y consideración hacia el oyente: que si ya no es tan necesario el formato disco con el rollo audiovisual y tal, que si al final va a ser un EP llamado Perdidos en los 90's... rumores y confusión continua. Es una manera de llevar un proyecto que no me parece correcta. Expresé esa opinión en el artículo que es el Big bang de este blog: El vago con más.
Tras la sorpresa del repentino lanzamiento, eché un primer vistazo al tracklist y me percaté de que de dieciséis tracks únicamente cuatro (Contra las cuerdas, PON, Mucho tiene que volver y NPDDPET) eran desconocidos para mí, sin contar la Intro (MBaka y Big Size hablando con voces distorsionadas y reggae de fondo, bullshit). Prácticamente todos los demás los tenía escuchados, o más bien quemados. Ya eran habituales en mis cascos, ya eran de esos con los que te anticipas a las rimas mentalmente. Las minúsculas alteraciones que han sufrido los más antiguos en sus correspondientes versiones elegidas para poblar el disco no son estimulante suficiente, ni por asomo.
La tarea de reciclaje de letras que realiza Mucho es un punto de obligado análisis. Cuanto habláis es un temaco considerable. Lo que pasa es que un gran porcentaje de esas barras ya las escupió antes incluso de anunciar el proyecto bananero, cuando todavía teníamos los dientes largos con el anunciado regreso de 7 notas 7 colores, en una canción llamada Stuff 77. Freshquísima es Llueve en el infierno, de la cual la primera parte lírica se extrae de una antigua colabo con Toscano: Hip Hop institute. Y me pongo más rebuscado al hablar de esa exhibición de estilo que es PON, que comienza con una divertida versión Jip Jap de la canción de La abeja Maya, la cual ya había cantado en conciertos, y sigue con un trozo que rapeó en un vlog de DJ Kanzer, hoy eliminado de La Red. Insisto en que PON es un derroche de clase en el que Oliver nos deleita flotando en ese sampleo de Honey Bee, un ingenioso guiño al canturreo inicial. Mucho tiene que volver contiene fragmentos de líneas que escuchamos anteriormente mediante La noche es joven y Skinny Banana Mix. Otra ración de letras repetidas nos tragamos en el remix de Maquina de escribir, cuya versión original aparece en el disco Ego de Flavio Rodríguez. La remezcla suena mucho mejor que su antecesora, esa caja pega bien duro. Y qué decir de meter con dos cojones el ya clásico Tenemos droga, de 2007. No de bonus, no. En el track 6. Bawse. Es el mejor tema del disco y al mismo tiempo la oveja negra, ya que se nota su condición de más alejado de la uniformidad sonora.
Cuando escucho una nueva canción que se edifica sobre un sample del cual ya se ha hecho uso en un tema al que acudo más o menos habitualmente, dicha nueva canción pierde bastante brillo para mí. La relajada y algo sosa Pasan los días tira demasiado del concepto "menos es más" que Dive Dibosso elevo a cuotas inalcanzables, y además contiene un sample usado para Oh yeah! de Aqeel y Dano. La sobrevalorada Aquí te pillo aquí temazo me recuerda irremediablemente al Old school de Danger Mouse, Doom y Talib. NPDDPET expresa el desagradable sabor del desamor, cuando la rabia inicial se diluye y comienza el exasperante y taladrador recuerdo, con pinceladas que dibujan la necesidad de Mucho Mu de sentarse a reflexionar para planear su futuro. Los de AGZ pillaron ese sample dos años atrás para Black Caesar y N-Y.