El R19 familiar rueda por el asfalto en algún momento del primer lustro de los noventa. Estoy sentado en el asiento de atrás, no paso de los tres años. Mi padre inserta por enésima vez la cinta de su admirado Julio Iglesias. La voz del cantante fluye plácidamente por el interior del vehículo, enlatada en hits inmortales: Quijote; Me va, me va; La carretera; Bamboleo; Soy un truhán, soy un señor; Hey...
Al mismo tiempo, en un estudio musical de Nueva York, Raewkon prueba el micrófono. Se dispone a grabar una canción para su primer disco en solitario. Mueve la cabeza al son de la instrumental mientras pronuncia unas cuantas palabras cliché. Entonces suelta la sentencia y la leyenda estalla: "Julio Iglesias, makin' cream like that nigga":
Así comenzó la relación de Julio Iglesias con la música Rap. El miembro de Wu-Tang Clan comparó su habilidad de hacer dinero con la del madrileño, una máquina de vender discos. Además, la palabra iglesias pronunciada por un estadounidense como Rae, suena a glaciers, cocaína en la jerga de ghetto.
Al inicio de la siguiente década, SPM mencionó al cantante en Hillwood hustlaz: "I'm in the studio like Julio Iglesias". Y otros diez años más tarde fue Noreaga el que escupió su nombre en una canción en la que colabora el pionero Raekwon: "Banging Julio Iglesias".
La influencia planetaria de Julio también salpicó a otro rapper: Coolio, creador de la famosa Gangster's paradise, adquirió su alias debido a que de joven sus amigos le apodaron "Coolio Iglesias", relacionando el talento musical que poseía con el del artista español y haciendo un juego de palabras con cool por su estilo fresco y suave.
Y para terminar con la presencia de J.I. en el Rap de USA: me parece increíble que esté registrado en la importante web de líricas raperiles Rapgenius, con Cucurrucucu paloma como único tema en el catálogo mostrado.