Sonar eterno

"Mientras Joaquín Sabina le canta al Dioni y Alejandro Magno se topa con Diógenes, en mi calle tres gitanos empujan un coche que no arranca y un niñato rasca su nariz blanca". Esta frase que Elsso Rodríguez escupe en el último Harlems se me quedó grabada en la cabeza. Surgió en mí una sensación familiar y extraña a la vez. Es una especie de vacío, de sentirme minúsculo en la inmensidad. La impresión que supone darse cuenta de nuestra insignificancia dentro del Universo es habitual en el ser humano, pero me resulta raro que me la provoquen frases de canciones.


El MC bizkaino referencia primero la canción que Sabina dedicó al Dioni: Con un par. Después, hace alusión a la visita, entre mítica e histórica, que Alejandro Magno le hizo a Diógenes. A continuación baja a la cruda realidad mencionando dos sucesos cotidianos en la vida de un simple barrio. Ese contraste entre la grandeza y lo ordinario, saltándose las leyes del espacio tiempo, es lo que crea mi vértigo. En la misma visita de Alejandro al filósofo también se halla dicho contraste: el choque del aura endiosado que desprende el conquistador contra la soez pero sabia renuncia a la sociedad de Diógenes. En la frase de Rodríguez veo incluso un posible rastro de la Teoría del caos.

Esta capacidad de causarme el vértigo existencial la califiqué para mis adentros de grandeza en las letras. También pensé que las letras de esos MC's sonaban eternas. Pocos son los que han causado esa sensación en mí. Ihon y N-Y rapean letras de este estilo en MDE Warriorz, con frases que ya cité en el artículo dedicado a los de Miranda. El tema No paséis por alto a los genios de Violadores, sobre todo el trozo de Kase, es para mí una de las máximas expresiones del sonido eterno. El maño habla de sí mismo como una leyenda, como un ser sobrenatural. Al igual que en Seguimos en línea: "El Universo, que es mi abuelo, me contó que tras aquel duelo yo vine a la Tierra y el sol se quedó en el cielo". Los primeros versos de Sicario en Cuando me quedo sin boli son otros generadores de vértigo: "(...) se corta la Vía láctea y los dioses no pueden hacerle el biberón a sus bebés con la Vía láctea". Energía libre de Erik Urano y Zar1 es una espectacular mezcla de lo cotidiano y lo galáctico: "Hacerme un porro viendo ruinas en la luna", "Mezclando microclimas concentrados en un banco". El mismo Erik dice que su vida es de mortal pero lo hace eterno.

Hasta aquí, todo lo mencionado me produce un vértigo agradable, divertido. Como una borrachera suave. Pero hay una canción que le da a esa sensación un toque incomodo: La línea plana de Tremendo. Esta especie de narración de los sentimientos precedentes a la muerte con reflexiones sobre la misma, vestida con un beat del hábil y suave, suena eterna a la vez que lúgubre.

Lechowski se pregunta en La nada eterna si merece la pena buscar la eternidad a través del arte, teniendo en cuenta además lo dudoso que se vuelve el concepto eterno cuando está relacionado con un simple humano.


Es muy difícil que me encuentre con esta cualidad de hacer que las letras me suenen eternas. Es una sensación bastante extraña y personal, pero me gustaría tenerla más veces cuando escucho música. Hay MC's que escriben increíblemente bien, pero por otro lado abundan las líricas sin ninguna sustancia. Ojalá que en el panorama nacional haya una subida de calidad en las letras como ha ocurrido con los beats.